REIKI.
Es un sistema de sanación energético mediante la transmisión de la energía universal a través de la imposición de manos. El uso consciente de la energía para nosotros mismos u otras personas con el objetivo de sanar nuestras necesidades físicas, mentales, emocionales y espirituales.
¿Sabías que el Reiky es un tratamiento de primer orden para tratar el estrés?
Si ya has recibido una sesión de Reiki seguro que lo sabes, porque ya has experimentado la sensación de relajación de tu cuerpo y de tu mente tras una sesión. Uno de los factores que propician que la energía de las personas sea cada vez menos es el estrés, las bajas emociones, el desgaste físico entre otros. El estrés es un mecanismo para la supervivencia, una respuesta natural de nuestro cuerpo para afrontar el peligro. Cuando se produce alguna situación que consideramos amenazante, el organismo reacciona desactivando algunas tareas y activando otras y liberando en el torrente sanguíneo una gran cantidad de hormonas como el cortisol y la adrenalina. Esto genera un estado de alerta máxima: los músculos se tensan preparándose para la huida o para la lucha y la atención se focaliza al máximo sobre lo que está sucediendo.
A nivel mental y emocional, empezamos a percibir la realidad como algo realmente hostil y nos sentimos incapaces de hacerle frente. A nivel físico, se produce una sobrecarga de tensión que repercute en nuestro organismo y puede provocar la aparición de anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento de nuestro cuerpo: cambios en el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y los niveles de azúcar en la sangre, alteración de la secreción de los jugos gástricos, trastornos en el sistema inmunológico.
Cuando el estrés se convierte en algo crónico pueden surgir enfermedades cardíacas, diabetes, pérdida de concentración y de memoria, insomnio, nerviosismo o trastornos de ansiedad.
El estrés es, pues, el origen de muchas de las enfermedades actuales y solo liberándonos del estrés podremos retornar a un estado de salud, para ello es necesario un proceso de apertura y es, en este sentido, que Reiki nos puede ayudar, porque es una terapia energética que corrige los desequilibrios en todos los ámbitos de la persona, creando un estado de no tensión desde el cual es posible comprender y gestionar mejor nuestras emociones y propiciar una apertura mental que va a transformar nuestra percepción de la realidad.
Beneficios del Reiki
A corto plazo: alivia los síntomas psicológicos (nerviosismo, ansiedad, depresión) y físicos (tensión muscular, migrañas, mareos) que acompañan al estrés.
A medio plazo: eleva el nivel vibratorio del cuerpo de energía, haciendo que el organismo tenga más poder de sanarse a sí mismo. A nivel mental, la persona se va liberando de los límites que le están condicionando a la hora de percibir la realidad. Esto genera un cambio de actitud y de respuesta frente a las situaciones que generaban el estrés.
A largo plazo: Reiki trabaja clarificando las causas que han dado lugar al exceso de estrés, haciendo que la persona las comprenda, las acepte y pueda transmutarlas. De esta forma, esas situaciones que antes nos causaban sufrimiento dejarán de afectarnos y comprobaremos que, curiosamente, empiezan a desaparecer de nuestras vidas.

